Silvano Aureoles, del ridículo a la mentira

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Información & Análisis

La ridícula escena de Silvano Aureoles Conejo, sentado en un banquito verde a las puertas del Palacio Nacional, en espera de ser atendido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue solo eso: una ridícula escena del gobernador de Michoacán intentando hacer olas en las pacificas aguas postelectorales que han ratificado al candidato de Morena, Alfredo Ramírez Bedolla, como el nuevo gobernador electo de Michoacán.

De acuerdo a su propia versión, Silvano Aureoles acudió a la sede del Poder Ejecutivo para mostrarle al presidente Andrés Manuel López Obrador, las supuestas “pruebas” que dijo tener sobre la intervención de grupos del narco que habrían operado a favor del candidato de Morena en las pasadas elecciones para gobernador en Michoacán.

Al no ser recibido por el Presidente, el gobernador Silvano Aureoles amagó con presentar “las pruebas” documentales –contenidas en un foldercito blanco– ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que –aseguró– hará en el transcurso de los próximos días, con la intención de que la elección para gobernador en Michoacán sea anulada.

Hasta el cierre de esta edición nadie sabía el contenido de las supuestas “pruebas” que obran en poder del gobernador de Michoacán, de las que asegura él mismo son la evidencia de que grupos del narco apoyaron al gobernador electo Alfredo Ramírez, y con ello “regresará de nueva cuenta el control del narco al gobierno del estado”.

Pero en realidad ¿el narco se fue alguna vez del gobierno de Michoacán? La respuesta es: No. El narco –como se conoce genéricamente a todos los grupos criminales asociados con los cárteles de las drogas– no ha dejado de participar en el gobierno estatal desde que allí se instaló, durante la administración del entonces gobernador priísta Fausto Vallejo, en 2013.

Desde ese año y hasta la fecha, diversos grupos delictivos asociados con los cárteles de las drogas han mantenido, si no el control, al menos sí relaciones de empoderamiento con las diversas administraciones que han detentado el poder político en esa entidad.

Con el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, y después con el gobernador Jesús Reyna García, en el gobierno de Michoacán se empoderó el cártel de Los Caballeros Templarios, organización que entre 2013 y 2014, a través de Servando Gómez MartínezLa Tuta, tuvo comunicación directa con el gobernador en turno para establecer pactos de complicidad.

A la llegada del gobernador interino Salvador Jara Guerrero, entre junio de 2014 a septiembre de 2015, el cártel que se posicionó en el gobierno de Michoacán, por las relaciones que mantuvo con Alfredo Castillo, el entonces Comisionado para la Paz y representante personal del entonces presidente Enrique Peña Nieto, fue el cártel de La Nueva Familia Michoacana.

Con la llegada de Silvano Aureoles al gobierno de Michoacán, a partir de octubre de 2015, el cártel que alió al gobierno estatal fue el de Los Viagra, un grupo encabezado por Nicolás Sierra Santana, con el que se establecieron pactos de complicidad para permitir la operatividad del gobierno estatal, entonces apoyado plenamente por el presidente Enrique Peña Nieto.

CON LOS VIAGRA, UN PACTO EFÍMERO

El pacto de unidad entre el cártel de Los Viagra y el gobernador Silvano Aureoles se rompió a principios de 2018, cuando el estado de Michoacán comenzó a ser reclamado por células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el que se apoderó del control de los grupos de autodefensas.

Las relaciones entre el cártel de los Viagra, encabezado por Nicolás Sierra Santana, y el gobernador Silvano Aureoles, no son una suposición. El propio Nicolás Sierra ha reconocidos la alianza de su cártel con el aun gobernador de Michoacán. Sobre esto existe un video en la plataforma de YouTube, el que se puede consultar en https://www.youtube.com/watch?v=JKSZG5nydYk&t=12s

En ese video, grabado el 18 de marzo de 2018 y subido a la red un día después, con duración de 6 minutos con 33 segundos, Nicolás Sierra Santana, el líder del cártel de Los Viagra, quien fue habilitado como líder de un grupo de autodefensas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, reconoce haber estado en diálogo con el gobernador Silvano Aureoles.

De acuerdo a la versión del líder de Los Viagra, Silvano Aureoles ha sido el principal responsable de la violencia generada en Michoacán durante lo que va de su gobierno, al no respetar acuerdos establecidos con diversos grupos dedicados al trasiego de drogas, a los que después comienza a perseguir.

La evidencia de la relación del gobernador Silvano Aureoles con el narco es el dicho de Nicolás Sierra, quien asegura que durante la campaña como candidato a gobernador de Michoacán, el propio Silvano le mando pedir apoyo para sumar votos a su favor. A cambio le ofreció la suma de un millón de pesos.

Ya como gobernador, Silvano Aureoles le mando ofrecer a Nicolás Sierra Santana la cantidad de diez millones de pesos, a fin de que le ayudara a pacificar el estado, situación que el propio líder de Los Viagra no aceptó, por considerar que la pacificación de Michoacán no se resolvía de esa manera, “se necesita el apoyo del gobierno federal”, explicó en el video.

Tras la negativa de Nicolás Sierra y el cártel de Los Viagra de recibir los 10 millones de pesos a cambio de una labor de pacificación, que en teoría corresponde al gobierno estatal, el gobernador Silvano Aureoles lanzó una embestida contra esa organización, poniendo precio a la cabeza del líder de Los Viagra, con el que finalmente rompió.

Tras el rompimiento con Los Viagra, de manera sorpresiva fue el Cártel Jalisco Nueva Generación el que comenzó a incursionar en toda la geografía michoacana, convirtiéndose en el principal grupo de tráfico de drogas que a la fecha disputa el control de por lo menos 26 municipios, y logrando mantener presencia en por lo menos otras 50 localidades del estado.

A LA ESPERA DE LA CITA

Con este antecedente de relación con el cártel de Los Viagra, se estima que en los próximos días Aureoles acuda ante la SCJN para evidenciar la presencia política del narco en Michoacán, con la intención de que la elección recién pasada para gobernador, donde el candidato de Morena arrasó en las urnas, sea anulada.

Silvano Aureoles también ha referido que las pruebas que tiene en su poder, de la presencia del narco en las urnas, pudiera ser presentada ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fin de evidenciar –según se desprende– no solo a las administraciones que le antecedieron, sino también al gobierno que encabeza el presidente López Obrador.

La moneda está en el aire. Habrá que ver si la ONU acepta el otorgar una cita al gobernador de Michoacán, para que exponga la problemática del crecimiento del narco en Michoacán, y reciba las supuestas “pruebas” que dice tener, o tendremos que esperar de nueva cuenta un ridícula imagen del gobernador, sentado en su banquito verde a las afueras del número 750 de la Primera Avenida en Nueva YorkEstados Unidos, a la espera de una audiencia.

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