Antes cuando no había luz eléctrica los abuelos platicaban que frecuentemente veían “bolas de lumbre” que brincaban de un cerro a otro, decían que eran las brujas que se perseguían como si jugarán. Tal vez después de haber concluido un ritual macabro bajo el amparo de la oscuridad de la noche.
Se cree que las brujas mexicanas tienen que seguir un ritual para tomar su forma de guajolote y salir volando en el oscuro cielo de la madrugada, en busca de la tierna sangre de los niños recién nacidos.
Las brujas mediante la magia chamanica se desprendían de sus brazos y piernas que ponían cerca del fogón para mantenerlas calientes a su regreso, y después se ponían las alas y patas de un guajolote,logrando así fusionar las extremidades humanas con las de él animal, su boca se transformaba en un pico con una larga lengua con la que podían succionar la sangre de sus víctimas.
Después en lo alto de algún cerro se reunían para completar el pacto y enseguida saltaban para prenderse en llamas y emprender su tétrico vuelo.
Así que al caer la noche, la gente que tenía recién nacidos se encerraba en sus casas de adobe y dejaban encendida alguna lámpara de petróleo o velas y colocaban sus amuletos protectores como: tijeras abiertas en forma de cruz, un espejo, agua bendita, una biblia y alguna imagen religiosa y se encomendaban a Dios y a todos los santos.
Las madres de bebés de escasos meses eran las más preocupadas, pues las brujas tenían la habilidad de dormir a los padres y atacar a los niños, estas horribles brujas buscaban la sangre de los pequeños, en especial la de aquellos que no estaban bautizados.
Se dice que las brujas podían transformarse en aves como guajolotes, urracas o lechuzas.
Escrito por: VictorOlivares