Por: Juan Chávez
El descubrimiento de América, ha sido cosa de leyenda, más que de la historia.
Ésta asegura que Cristóbal Colón descubrió el Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492, día que México, como todos los países del continente incluido Estados Unidos, celebra como el Día de la Raza.
Este día de 1492, “los nativos de nuestro continente descubrieron: Que eran indios; Que vivían en América; Que estaban desnudos; Que debían obediencia a un rey y una reina de otro mundo; Que había un dios y un cielo”, ha escrito el periodista Eduardo Galeano.
A más de cinco siglos del descubrimiento de América, el 12 de octubre se conmemora como el Día de la Raza en memoria de aquella lucha que en 1492 libraron los indígenas y los colonizadores españoles, luego de que el marinero genovés Cristóbal Colón pisara tierra en el Nuevo Mundo.
Ese día fue denominado así, por el mestizaje que nació del encuentro entre esos dos grupos culturales tan diferentes, por un lado, la raza blanca española y por el otro la indígena, iniciando con ello la unión entre Europa y América y que también se le conoce como el “Encuentro de dos mundos”.
En consecuencia, es importante recordar que debido a que Colón creyó haber encontrado las Indias -y no el continente americano- fue que a estas nuevas tierras se les nombró así y por ende, a sus habitantes indios. Ambas denominaciones fueron utilizadas tras la gestación de la colonización europea de América que duró 300 años, hasta finales del período colonial.
Pero los vikingos fueron los primeros en tocar tierra de América hace exactamente 1000 años, 472 antes que Colón,, según estudios confirmados.
El vikingo Erik MClean, mejor identificado como Erik El Rojo, fue el primero en tocar tierra americana.
Una tormenta solar producida en 992 d.C y el análisis de tres piezas de madera han sido determinantes en las conclusiones del estudio.
Poseedores de una habilidad extraordinaria para la navegación, recorrieron grandes distancias en sus icónicos barcos para asentarse en Islandia, Groenlandia, y también en Terranova, el norte de Canadá, donde se encuentran los hallazgos arqueológicos L´Anse aux Meadows (en español, “La Ensenada de las Medusas”), declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978.
Lo que no quedaba claro y se prestaba a la especulación era la fecha exacta en la databa la primera actividad transatlántica como primer testimonio de la presencia de colonizadores nórdicos en el territorio americano, y en las que también entraban en consideración las sagas islandesas transmitidas oralmente, donde la realidad y la ficción quedaban fundidas en sus relatos.
Las dudas han quedado despejadas gracias al estudio realizado por un equipo de científicos que confirma que los vikingos llegaron a América hace exactamente 1000 años, es decir, 471 años antes del primer viaje de Colón.
Los investigadores han utilizado nuevas técnicas de datación tomando como referencia una tormenta solar producida en 992 d.C, tras realizar un exhaustivo análisis de la tala de tres piezas de madera, de tres árboles diferentes, procedentes de los asentamientos vikingos de Terranova. Por su corte y rebanado con cuchillas de metal, se evidenció que no pertenecían a la población indígena.
El año exacto se ha podido determinar porque aquella gran tormenta solar produjo una clara señal de radiocarbono en los anillos de los árboles al año siguiente. “Nuestro enfoque es muy nuevo y se basa en algunos desarrollos recientes de la ciencia del radiocarbono”, señalan Michael Dee y Margot Kuitems de la Universidad de Groningen en los Países Bajos.
La técnica se basa en detectar en los árboles los aumentos repentinos de los niveles de radiocarbono en la atmósfera creados por las tormentas solares masivas en el pasado.
“Este incremento es absorbido por los árboles y se incorpora al anillo de crecimiento de ese año. Sabíamos que una de esas tormentas de rayos cósmicos se produjo en el año 993, así que intentamos localizar este mismo aumento en los anillos para determinar cuál fue el último año de crecimiento de los restos de la madera”, explica Dee.
Cada una de las tres piezas de madera mostraba 29 anillos de crecimiento (indicando los años) antes del borde de la corteza. Al medir la concentración de radiocarbono en los anillos de la madera vikinga, los expertos pudieron empezar a tener resultados definitivos:
“Encontrar la señal de la tormenta solar en 29 anillos de crecimiento de la corteza nos permitió concluir que la actividad de corte tuvo lugar en el año 1021 d.C.”, ha explicado la doctora
Margot Kuitems, de la Universidad de Groningen.
El asentamiento, de L´Anse aux Meadows, en el extremo norte de la isla canadiense de Terranova, fue descubierto por el investigador noruego Helga Ingtad y su esposa, la arqueóloga Anne Stine Ingtad en 1960. Está formado por ocho edificios con entramado de madera cubiertos de césped sobre un pantano y un arroyo, y son la prueba de la llegada de los vikingos al Nuevo Mundo.
Un grupo de arqueólogos determinó que los vikingos establecieron un asentamiento en América en 1021, exactamente hace 1,001 años, lo que revela el cruce humano más antiguo de Europa al Nuevo Mundo.
Los vikingos exploraron tierras más al sur de Terranova, pero aún siguen quedando algunas preguntas en el aire respecto al periodo de permanencia y la dimensión de la comunidad vikinga que permaneció allí. “Aún no está claro cuánto tiempo estuvo ocupado el asentamiento, puede haber sido durante una década o menos, aunque todas las pruebas arqueológicas sugieren que la estancia fue relativamente breve con quizás 100 personas nórdicas presentes al mismo tiempo”, dice Dee, detallando que “sus estructuras se parecían a los edificios nórdicos de Groenlandia e Islandia”.