Tragedia en línea 12 del metro ¿Austericidio?

Cuatro Q

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Información & Análisis

Siempre lo mismo: se va a investigar a fondo; llegaremos a las últimas consecuencias, caiga quien caiga.

También, como siempre, investigación de expertos extranjeros para el peritaje final. Serán de Noruega, anuncia la jefa de Gobierno.

La tragedia del Metro –24 muertos y 79 heridos—sorraja tremendo golpe político al presidente López Obrador y su partido Morena, a un mes de las elecciones del 6 de junio.

Tres de los personajes cercanos al tabasqueño están ligados a la desastrosa Línea Dorada: Marcelo Ebrard, que la tuvo como emblema de su gobierno en la Ciudad –2006-2012; Claudia Sheinbaum por falta del adecuado mantenimiento y Mario Delgado que fuera secretario de Finanzas y no supo explicar por qué los trenes resultaron más caros que la obra civil y, sobre todo, sus ruedas no encuadraron con los rieles.

Han pasado tres lustros desde la construcción de la llamada Línea Dorada del Sistema Colectivo de Transporte Metro. El periodo comprende las administraciones de Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum; los tres personajes coincidieron en el equipo de AMLO cuando éste ocupó la jefatura del GDF. ¿Un proyecto político quebrado?

Sheinbaum y Ebrard han dejado su futuro político en manos del dictamen de los expertos.

La ciudadanía, y más los habitantes de Tláhuac, están indignados. Estos últimos denunciaron, una y otra vez, las fallas de la Línea Dorada y de las grietas en los pilares de las ballenas –trabes–, pero jamás fueron escuchados. Especialistas señalan, además, que jamás debió construirse la línea con tramos elevados.

La corrupción, incompetencia y austeridad mal entendidas dieron origen a la tragedia.

Hoy se señala que la austeridad mata y se califica a la tragedia como austericidio de la cuarta transformación.

La austeridad entra al terreno de las explicaciones cuando se comprueba que el presupuesto del Metro ha bajado año con año, del 2018 a la fecha. Se puede hacer más con menos, dice el presidente una y otra vez.

El desplome de dos vagones es el colapso de una obra de infraestructura que nació como emblemática del sexenio de Marcelo Ebrard y se ha convertido en algo donde se funde el dolor y la tragedia con la falta de una cultura de responsabilidad política y rendición de cuentas.

Está claro que fue una obra que nació con problemas. Planeada por 17,500 millones en ingeniería y obra civil, se fue hasta un poco más de 26,000 millones, a los que se agregaron 30,000 millones de pesos que costó el arrendamiento de 30 vagones.

En su momento, al líder de Morena Mario Delgado le tocó explicar por qué los vagones eran mucho más caros que la obra civil. Habló como secretario de Finanzas y se expresó como tecnócrata. Quizá por eso nunca pudo despejar las dudas más simples.

En el territorio de la incompetencia, la actual directora del metro, Florencia Serranía Soto, afirma que hay una empresa francesa que trabajaba 365 días al año para conservar las condiciones de operación de las instalaciones fijas de la línea. Obviamente no hicieron bien su trabajo, la empresa proveedora ni la gente del Metro.

Menciona también que se hicieron revisiones de la Línea 12 en el 2017 y a finales de 2019 se realizó un estudio estructural y geotécnico del viaducto elevado. “Los resultados no representaron

ningún riesgo en la operación”, dice Serranía Soto. Hubo otro estudio en junio del 2020 donde tampoco se detectaron anomalías

Las afirmaciones de que todo estaba bien contrastan con numerosos testimonios de usuarios y vecinos que veían grietas y escuchaban crujidos.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Ciudad de México condenó que se hayan aplicado subejercicios presupuestales para el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, por lo cual instó a que las autoridades locales enfrenten las consecuencias por la política de austeridad.

“Las autoridades capitalinas deben asumir las responsabilidades y consecuencias que trae consigo el no atender temas prioritarios para la vida y seguridad de los ciudadanos”, sentenció la cúpula empresarial.

El organismo empresarial local detalló que al revisar la información financiera del Metro se encontró que en el 2019 se erogaron 17,224 millones de pesos, en el 2020 14,290 millones y para este 2021 tiene programado un gasto de 15,082 millones, mismo que hasta el primer trimestre lleva ejercido 2,661 millones, lo que representa apenas 17.6 por ciento.

El quid, por lo mismo, puede estar en los subejercicios de gasto destinado a materiales y suministros para el mantenimiento.

“El llamado a la austeridad que ha realizado el gobierno de la Ciudad de México no debe aplicarse en áreas trascendentales y de vital importancia, como lo es el mantenimiento de la columna vertebral de la movilidad de la Ciudad de México, pues en lugar de ser un ahorro que haga eficiente el gasto público se ha convertido en una austeridad que mata”, expuso la cúpula empresarial.

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