En medio de la pandemia que en Europa regresa al confinamiento porque el coronavirus vuelve a pegar con fuerza y en México, Jalisco y Nuevo León ponen mayores restricciones a la puerta de un segundo encierro, surge la amenaza de un separatismo de diez estados, por lo menos en el orden fiscal.
Es el Nortexit que está cobrando fuerza y que ya obligó al secretario de Hacienda a ceder y echarle la culpa al gobierno de Felipe Calderón de haber impuesto ese reparto de los recursos públicos que a los “estados no le llegan”.
Los gobernadores de Jalisco y Nuevo León ya están en la encuesta a su ciudadanía para que defina, según el desafío del presidente Obrador, si están o no de acuerdo en revisar y modificar el pacto federal en referencia al tema fiscal.
El señor de Palacio Nacional arroja gasolina a la incendiaria, pero legítima, petición de la Alianza Federalista para que haya un reparto fiscal inequitativo. Es decir, que responda a los impuestos federales que por disposición constitucional los gobiernos de los estados entregan al gobierno federal para que éste, en su presupuesto de egresos anual, lo reparta a su arbitrio e interés político electoral.
El autoritarismo del gobierno lopezobradorcista está siendo atacado frontalmente por los gobernadores de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas que integran la Alianza Federalista.
Pretenden que el gobierno de López, caracterizado por su egocentrismo y respuestas anodinas como la de este miércoles de que “algunos estados hasta nos deben”, sea congruente con la realidad y escuche y actúe en consecuencia a los gobiernos de la Alianza Federalista que se quejan, incluso, de no haber recibido los recursos para frenar en sus entidades el desenfrenado avance de la covid-19.
También demandan meter marcha atrás en la desaparición de 109 fideicomisos.
Arturo Herrera, titular de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), indicó que habrá una discusión sobre el pacto fiscal, para que este se vuelva en uno más justo y equitativo; esto tras el conflicto con los gobernadores de la Alianza Federalista.
El funcionario de Hacienda indicó que ante la discusión que se ha dado, se necesitan “tener los hechos claros” y señaló que el actual pacto fiscal no fue establecido por la administración del presidente López Obrador, sino por el gobierno de Felipe Calderón.
El martes, el conflicto entre los estados de la Alianza Federalista y López Obrador se intensificó debido a que el presidente señaló que los reclamos de los estados tienen tintes electorales y que los gobernadores deben hacer una consulta popular para decidir si se salen del pacto fiscal o no.
Los reclamos de los gobernadores de Aguascalientes, Jalisco, Colima, Tamaulipas, Nuevo León, Guanajuato, Coahuila y Michoacán se deben al recorte del presupuesto para las entidades el siguiente año y al considerar que sus opiniones no son escuchadas por el gobierno.
La Alianza Federalista pondrá a parir al señor de las necedades y obtuso criterio para gobernar según sus ocurrencias. Los gobernadores de la Alianza, en sus peticiones justas transitan bajo el lema “Resistir en unidad, ¡nuestra mayor fuerza!
Los mandatarios aliancistas pertenecen a distintos partidos y uno es independiente. Por eso, aunque el titular de la SHCP pretenda cobijarse en el “no me gusta politizar”, su patrón si lo hace, y con burla. La respuesta a todo el intríngulis es la amenaza de los aliancistas del separatismo fiscal y los impuestos que en sus territorios cobran para la Federación, se queden en las arcas locales.
Algo justo y que debe poner punto final al Nortexit… que puede ir más allá. Hace tiempo La Laguna (Coahuila y Durango) amenazó con constituirse en nuevo Estado y separarse de la Federación. En otras palabras, un país dentro de territorio mexicano.
Por: Juan Chávez
