Es el realismo trágico en este país nuestro donde López Obrador ha anunciado luego de enfermar de Covid-19 que reaparecerá en sus mañaneras el lunes 8 y donde los contagios de 2 millones 64 mil 109 y decesos de 159 mil 100 al día de ayer, son triples, de acuerdo con el epidemiólogo Francisco Moreno.
Ayer lo cité y cometí la falta de no citar que el doctor Moreno es jefe de Epidemiología del Hospital ABC.
Expuso el profesionista en conferencia sobre información relevante del coronavirus en México, que al no hacerse la prueba a todos, se calcula que el número real de las cifras oficiales consignadas por el zar del Covid-19 Hugo López-Gatell y aceptadas por el Presidente es tres veces más de las que todas la noches se dan a conocer en Palacio Nacional.
Desde la nueva “normalidad” 2 de junio a la fecha, ha aumentado 5 veces el número de casos en México, precisó.
Asumió además que la enfermedad es totalmente respiratoria y que la única forma de evitar el contagio es tapando nariz, boca y protegiendo los ojos.
En otras palabras, López Obrador no hubiera sido infectado si hubiese usado cubrebocas.
Advierte el doctor Moreno que está demostrado científicamente que usar mascarilla, es la única manera de protegernos. Si todo mundo usara mascarilla por 6 semanas se terminaría con el Covid, señala.
Al contrario, se ha dejado que la muerte ronde cada vez más cerca, cada vez más implacable y que el confinamiento, por el semáforo rojo, siga machucando mortalmente a la economía nacional y desafanando la de los bolsillos de las familias.
No obstante el eminente epidemiólogo doctor Moreno, estima que el 80% de los casos son benignos y solo el 20% son severos. Dentro de estos, el 80% son pacientes que tienen obesidad.
La pandemia ha sido manejada políticamente más que desde el punto científico. Como México sigue siendo uno de los países que menos pruebas aplica, la cifra verdadera es, sin duda, significativamente mayor.
No hay indicios de que la pandemia esté domada. Lejos de ser un ejemplo, somos uno de los países con peor desempeño. Tenemos la mayor tasa de mortalidad por caso en la tabla de 20 países que publica la Universidad Johns Hopkins: 8.5 por ciento, contra 3.5 por ciento de Italia, el segundo peor, 1.7 por ciento de Estados Unidos, 1 por ciento de Turquía. Esto se debe en parte a que en México solo se hacen pruebas a pacientes muy graves, pero también al hecho de que nuestro sistema de salud se ha colapsado.
La vacunación parece la luz al final del túnel, pero en México está empezando muy lentamente y la recomendación de los expertos es comenzar primero con el personal de salud de primera línea, para seguir con las personas de mayor edad.
Recomiendan también vacunar primero en los lugares más afectados, particularmente las zonas urbanas más susceptibles a contagios masivos y no como el gobierno dispuso ir primero a las zonas marginadas del campo y de las ciudades.
Pero en definitivo, no hay vacunas…