Por: Juan Chávez ►Sin tener con que detener la arrasadora marcha del coronavirus, el mundo contempla esperanzado en que pronto aparezca la vacuna salvadora.
Pero tan relevante como es la medicina inoculadora, es la medicina o medicinas con que curar a los millones de enfermos (México tiene su propio millón). Suelta Estados Unidos que el Regeneron es bueno, que con él se trató al presidente Donald Trump y que a los tres días quedó listo para reanudar su bochornosa actividad en la Casa Blanca. En México, también contagiado por covid-19, el millonario dueño de TVAzteca y otra multitud de negocios, Ricardo Salinas Pliego, soltó que es como “una gripita” y el tratamiento “me costó mil 300 pesos”.
López Obrador recetó sus recomendaciones al G20 el sábado: no confinamiento obligatorio ni endeudarse por el coronavirus. Fatal intervención. Canadá, al día siguiente, decretó el confinamiento obligatorio en una de sus principales ciudades: Toronto.
Ese mismo sábado, covid-19 impuso nueva marca de infectados en México en un solo día: 9,187, cuando la anterior era del 20 de julio con 9 mil 63.
Vamos de mal en peor. Eso, aparte de que el irresponsable López-Gatell, el vocero de la pandemia, culpó al pueblo de los avances de la pandemia del coronavirus por no acatar las recomendaciones “y no quedarse en casa”.
En otras palabras, mientras AMLO no apoya el confinamiento, su vocero clama por él.
La cuestión es que al 22 de noviembre los fallecimientos sumaban 101,676 y los contagios acumulados un millón 41 mil 875.
Mientras los laboratorios de prestigio mundial abren nueva guerra sobre la efectividad de las vacunas que siguen en prueba ante la ansiedad y desesperación de los pueblos de la Tierra que solo ven cómo aumentan los infectados y los decesos.
Las tres vacunas que hasta el momento han publicado datos sobre su efectividad han sido probadas en decenas de miles de personas, no han presentado mayores problemas de seguridad ni se han reportado reacciones adversas inesperadas en los voluntarios inyectados.
Sin embargo, todavía no se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad otorgada por las vacunas, pues los voluntarios tendrán que ser seguidos durante más tiempo para saberlo.
Además, ninguna de las empresas ha presentado un desglose de su efectividad en diferentes grupos de edad, aunque Tal Zaks, director médico de Moderna, le dijo a la BBC que sus datos preliminares sugieren que la vacuna “no parece perder su potencia” con la edad.
Expertos estiman que el 60-70% de la población mundial necesita ser inmune al virus para evitar que se siga propagando.
Tampoco se sabe si las vacunas simplemente evitan que las personas se enfermen gravemente o si además pueden también ayudar a detener la propagación del virus.
En los últimos días, los resultados publicados por Pfizer, Moderna y los desarrolladores de la Sputnik V han aumentado nuestras posibilidades de ponerle fin a la pandemia y a la crisis económica y sanitaria que ha generado.
Hay más de u n centenar de vacunas en ensayo y la disputa ha empezado por la medición de su efectividad. En México el 21 de noviembre quedará consagrado por lo que el otro López (Gatell) declaró a los medios: El culpable de que haya tantos enfermos y muertos por Covid-19 en México es el “pueblo bueno y sabio” y no el gobierno del Presidente
