Al inicio de la década del año 1960, la actriz mexicana Dolores Del Río regresó a Hoollywood después de 18 años fuera de la pantalla Estadounidense, tras su llegada fue contratada para la película de Elvis Presley, “Flaming Star” dirigida por el director Don Siegel.
Sus contemporáneos de la época dorada de Hollywood se sorprendieron con su belleza y juventud duradera. Ella se consideraba una especie en peligro de extinción y vaya que lo fue… a criterio nuestro una verdadera diva que brilló en la época dorada del cine mexicano y Hollywoodense, en aquella década de los 60 junto una de las máximas figuras de la música y del cine, el mismísimo Elvys Presley.
Se relató que Presley la recibió con un ramo de flores y le dijo: “Señora, yo sé perfectamente quién es usted.
Es un honor trabajar con una de las leyendas más grandes y respetadas del Hollywood clásico. Como usted va a ser mi madre en la película, quiere pedirle permiso para que mi oftalmólogo me haga unos lentes de contacto que imiten el color de sus ojos”. Dolores de inmediato le tomó al joven Presley afecto materno.