Por: Juan Chávez
Cosas de la economía, del cambio climático, pero más de la pandemia.
Las tienditas de la esquina, como las boticas del siglo pasado, están siendo arrasadas por las cadenas Oxxo, Seven Up, Zorro y otras. De un momento a otro, como sucedió con la boticas, desaparecerán.
Por lo pronto, sus ventas caerán hasta 40%, según pronóstico de la Asociación Nacional del Pequeño Comerciante (ANPEC).
La inflación y las alzas en los impuestos se perciben como las amenazas directas para estos negocios, atendidos generalmente por las familias.
Ahorita tenemos una inflación subyacente del 10 por ciento y apunta a irse al 15, al 16 por ciento.
Las ventas de las tienditas en el país se podrían ubicar hasta 40 por ciento debajo de los niveles previos a la pandemia, de continuar las presiones inflacionarias con aumentos en los precios y los impuestos, ha alertado Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.
De acuerdo con el reporte ‘Pequeño Comercio: Ventas vs Pandemia’ elaborado por la ANPEC y académicos de la Anáhuac y la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM), los tenderos nacionales ya reportan una baja del 30 por ciento en sus ventas previo a la pandemia con un gasto semanal entre los 400 y 700 pesos, dependiendo de la entidad.
Las ventas en las tienditas de la esquina registran actualmente, por la inflación, bajas en sus ventas en un 30%.
A la presión económica que mantiene preocupados al 61 por ciento de los tenderos se suma la inseguridad que han sufrido tres de cada 10 negocios del millón 200 mil puntos de ventas que agrupa la ANPEC.
En el 2020 cerraron cerca de 300 mil tienditas y de estas en el 2021 se han logrado reactivar alrededor de 120 mil, pero como puntos de venta distintos, porque no regresaron al mismo giro, sino que comenzaron a vender cubrebocas, gel, postres o comida, lo que la pandemia les ha impuesto.
Para el 74% de los tenderos lo que más utilidad deja es la venta de abarrotes, seguido de las cerveza con 65 por ciento, refrescos con 51 por ciento, botanas aporta el 23 por ciento, lácteos el 15 por ciento, y cigarros y hielo con 12 por ciento, por mencionar algunos.
La ANPEC encontró que, la mayoría de tienditas perciben bajas en las ventas y retrasos en los pagos de deuda de hasta una tercera parte de sus clientes, además de que se percibe incertidumbre económica.
Sin tienditas en la esquina, hay que acudir a una de las tiendas de las grandes cadenas, donde los precios son más caros porque este tipo de negocios se mantiene abierto las 24 horas del día y sus sostenimientos, aparte del pago a los empleados, se elevan considerablemente.
Las quincenas de una familia que dependen del jefe trabajador con sueldo de escasa cantidad, ya no alcanza y la nutrición ha descendido considerablemente. Ya no se consumen leche ni huevos, por ejemplo.