Por: Juan Chávez
La reconstrucción de la colapsada Línea Dorada del Metro, se ha especulado, tendrá un costo de 4 mil 500 millones de pesos y Carlos Slim, constructor con su Grupo Carso del tramo que se derrumbó el pasado 3 de mayo, se ha comprometido, ante el presidente López Obrador, a pagar la rehabilitación y dejarla lista en un año.
El mandatario aseguró la mañana del miércoles que el empresario Carlos Slim pagará la reconstrucción del tramo colapsado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México que causó 26 muertes y un centenar de heridos.
Quedó consumada, así, la venta de la justicia más cara en todos los tiempos de la corrupción galopante, aceptada por el juez de Palacio Nacional que la imparte muy a su modo.
Y se confirmó además que para los ricos no hay problemas con doña Justicia. Con dinero, incuestionablemente, baila el perro…
Aún no se concluyen las investigaciones jurídicas que necesariamente habrán de fincarse en los tres informes de la empresa noruega DVN que averigua el origen de la tragedia; pero la transa ya tomó toda su forma para poner a salvo a quien presume de haber iniciado su carrera de millonario vendiendo dulces bajo la escalera de la casa de sus padres en Polanco. Algo parecido a lo que Carlos Hank González –“un político pobre es un pobre político”—presumía de haber comenzado amasar su fortuna con una fábrica de dulces.
La justicia, al decidir los castigos a los responsables de delitos, impone además la reparación de daños.
Pero en el caso del desplome de los dos vagones cerca de la estación Olivos, el “juez” de Palacio ya adelantó los tiempos y aceptó el ofrecimiento de Slim de reparar el daño. En tal caso quedan relevadas las averiguaciones. Pareciera que ya no tiene ningún caso seguir con ellas y menos esperar el dictamen concluyente de los peritos noruegos que ya adelantaron, en peritaje preliminar, que el accidente “fue provocado por una falla estructural”.
DNV indicó también que el problema estuvo asociado a “condiciones” como “deficiencias en el proceso constructivo” y de soldadura de pernos.
Pero nada de esto cuenta para el “juez” de Palacio.
“Él (Slim) va a pagar todo, se comprometió a eso, pese a que para ellos la obra está concluida. Pero, lo más importante es que se rehabilite. No quiere presupuesto, lo va a financiar su empresa y va a terminar en 12 meses. Ese tramo en lo que corresponde a él, ya dio el ejemplo y espero que otras empresas hagan lo mismo”, aseguró el presidente en su habitual conferencia mañanera.
La constructora mexicana ICA y la francesa Alstom fueron las otras empresas que integraron el consorcio encargado de edificar la Línea 12, inaugurada en 2012 con la presencia del actual canciller Marcelo Ebrard, que entonces era jefe de gobierno de la CDMX.
El titular del Ejecutivo precisó que Slim y su empresa “no van a esperar la cuestión judicial, van a empezar a coordinarse con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, e ingenieros para que en un año esté funcionando de nuevo la Línea colapsada del Metro”.
Slim insiste en que la obra no tuvo vicios en su construcción, contradiciendo el criterio de la noruega DVN y como los 4 mil 500 millones que se ha elucubrado costará la rehabilitación, esto sería como quitarle un pelo a un gato, dado que la fortuna de Slim, a junio de este 2021, asciende a 72 mil 700 millones de dólares según el ranking mundial de personalidades multimillonarias de la revista Forbes.
Queda, colgando de un clavo, sin embargo, la exigencia de una indemnización por 6 millones de pesos a cada una de las 26 familias de los muertos en el desplome de la Línea 12. Algo así como 156 millones, que no serían siquiera quitarle otro pelo al gato multimillonario. En fin…