Gasolinazos marcan récord

Cuatro Q

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Información & Análisis

Juan Chávez

El alza global en los combustibles pasa factura a la inflación que para abril llegó a 6.1% y en tal proporción encareció el costo de la vida.

Son las promesas incumplidas de la cuarta transformación de López Obrador que está naufragando ante la cruda realidad que, desde luego, no reconoce ni reconocerá jamás en la economía chueca que no endereza ni a madres.

De acuerdo con el reporte mensual sobre inflación del Inegi, el repunte de precios en su medición anual es el más alto desde junio de 2002, año desde que se tiene registro. El aumento es casi seis veces el registrado por la inflación nacional que para el mismo lapso fue de 6.1 por ciento.

El precio de los energéticos en abril registró un aumento de 28.02%, el de la gasolina Magna repuntó 35%, mientras la Premium 34.5%, respecto al mismo mes del 2020.

En abril del 2021, el precio de los energéticos en México registró un aumento récord de 28.02%, al interior de éste, el precio de la gasolina Magna acusó un aumento de 35% y la Premium 34.5%, respecto al mismo mes del 2020.

El explosivo aumento en el precio de la gasolina tiene de fondo el efecto estadístico provocado por la expansión de la pandemia a nivel global, que provocó el cierre masivo de empresas y comercios, paralizando la actividad económica a niveles sin precedentes y cuyo primer efecto fue la drástica baja en la demanda de gasolina y con ello en el precio. En abril del 2020, el precio promedio de la gasolina Magna en México cayó hasta los 15.10 pesos por litro, mientras que para abril de 2021, el precio del carburante alcanzó 20.39 pesos por litro, un aumento de 35% en dicho lapso.

Por primera vez en la historia de la economía mexicana, el aumento récord en el precio de la gasolina no obedece al tradicional desajuste en las cuentas externas o de balanza de pagos, ni a la necesidad de cuadrar el balance fiscal por un déficit inmanejable. En esta ocasión fueron las fuerzas del mercado las que movieron el precio a su nivel mínimo en abril de 2020 y posteriormente un escenario de mejora en la economía reactivaron la planta industrial y el comercio mundial, generando en forma acelerada los empleos perdidos y con ello liberado una demanda reprimida o pospuesta por la emergencia sanitaria.

A cambio de los altos precios que los consumidores han pagado por las gasolinas en el primer trimestre del año, el gobierno de la 4T se ha visto favorecido con los aumentos en las finanzas públicas hasta en un 93.4%.

O sea: no hay congruencia en la economía. Se consume gasolina cara para que L(i)opez tenga más lana que regalar en sus planes electoreros dentro de los cuales, por cierto, de nuevo con la cuchara hasta el cogote de los procesos, aplaude la determinación de la Fiscalía General de la República de echarse al plato a dos candidatos a gobernadores, uno del PRI y otro de Movimiento Ciudadano.

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