Es una pérdida que siento. Y maldigo una y otra vez al Covid-19 que nos lo arrebató…
Su música, sus boleros, son eternos. Ahí quedan para la historia musical y para el romanticismo entendido con una canción que me trae a la mente los recuerdos de una vida, la mía, que también se apaga.
Con Manzanero, el yucateco de oro, viví una noche de trova cuando la Cámara de Diputados que lideraba Luis M. Farías paseaba por todo el país la propuesta de derecho a la información que legislaturas más tarde incorporaron a la Constitución.
Luego de la sesión en la que abundaron los discursos, las críticas y las propuestas, nos reculamos un grupo al bar que montamos en el patio del hotel donde nos hospedamos y ahí, Armando Manzanero y Farías se abrazaron como viejos amigos que eran.
Ahí, mi emoción vibró:
Manzanero, al piano, nos deleitaba:
Esta tarde vi llover,
Vi gente correr
Y no estabas tú…
Diría, si no pareciera exagerado, que Manzanero, en ese año de 1981, nos deleitó con su repertorio, a ratos bajo las cuerdas de la guitarra, y que todavía no sumaba las más de 400 melódicas canciones que compuso.
Contigo aprendí
Que existen nuevas y mejores emociones
Contigo aprendí a conocer un mundo lleno de ilusiones
Cero métricas, pero mucho sentimiento. Eso son las composiciones de Manzanero.
Y contigo aprendí
Que yo nací el día en que te conocí
La trova yucateca se queda sin Manzanero.
México pierde al más grande poeta de la música popular, la música que cantantes nacionales y extranjeros de gran raigambre la cantaron y cantan. Frank Sinatra, Vikki Carr, Laura Pausini, Celia Cruz, Rocío Durcal, Juan Gabriel , Luis Miguel y muchos, muchos más…
Adiós Manzanero… nos heredas la fortuna de tus canciones que se cantarán por la eternidad y ahí estarás tú…
Como escribió el también desaparecido Carlos Monsiváis: “El sitio de Manzanero solo podrá ocuparlo Manzanero”.