Por: Juan Chávez
Por la lentitud en la vacunación y por haber optado por vacunas chinas o rusas, México, internacionalmente, se está quedando aislado.
Los que recibieron el patólogo Sputnik V y las chinas Sinovac y Cansino, por lo pronto, no podrán entrar a Canadá y Estados Unidos, ni a ningún país de la Unión Europea. En EU no ha sido autorizada tampoco la Astra Zeneca.
Ello es resultado de la irresponsabilidad del canciller Marcelo Ebrard que, apenas empezaron a aparecer las vacunas, se lanzó a contratarlas a diestra y siniestra, y hoy tenemos un stock de más de 20 millones de dosis.
Estamos en plena tercera ola de la pandemia por Covid-19; el crecimiento en el número de contagios en México se ha ido para arriba.
El martes se reportaron 13 mil 853 nuevos casos, una cifra superior en 24 por ciento a la registrada una semana antes.
El número de fallecidos, aunque menor a las cifras que tuvimos en enero, va creciendo muy rápidamente. Ayer se reportaron 341, lo que implica un crecimiento de 56 por ciento contra la cifra de siete días antes.
¿Qué hacer?
No podemos regresar al tipo de confinamiento que tuvimos al comenzar la pandemia. No se requiere que cerremos la economía para controlar los contagios. Ni podemos hacerlo plenamente ni tampoco la sociedad lo admitiría. Los confinamientos generalizados deben ser descartados.
Pero tampoco. no podemos no hacer nada. Si se piensa que ahora quienes se enferman son exclusivamente los más jóvenes y por lo tanto menos susceptibles de agravarse, es un error. Prueba de ello es el número de muertes por Covid que aún se presentan. Aun sin considerar los fallecimientos excedentes, el promedio de los últimos siete días fue de 237.
Existen muchas personas vulnerables, sea por edad o por las comorbilidades que padecen y que no han sido vacunadas. De acuerdo con el último censo, hay casi 28 millones de personas mayores de 50 años, que en su mayoría ya debieran estar plenamente vacunadas. Y, sin embargo, aun considerando a los de menos de esa edad, el total de personas vacunadas con esquema completo es de alrededor de 22 millones.
La mejor estrategia para impedir que el disparo de los contagios afecte a la economía es acelerar el proceso de vacunación.
México se ha distinguido por no hacer suficientes pruebas. Un esquema de confinamientos localizados y limitados requiere que el número de pruebas se multiplique. Seguimos siendo de los países que menos pruebas hacen, alrededor de 62 mil por cada millón de habitantes
Para evitar el disparo de los contagios se deberían rediseñar las medidas aplicadas en espacios cerrados. Quitar el énfasis a la sanitización de superficies y toma de temperaturas y poner énfasis en la ventilación y la medición de la concentración de CO2.
El gobierno ha abandonado la promoción del uso del cubrebocas, aun en esta etapa en la que hay un cierto porcentaje de personas vacunadas. No le gusta usarlo al presidente, por lo que no creo que vaya a darse un cambio por parte de las autoridades federales, ya que implicaría dar un giro a las estrategias mantenidas a lo largo de la pandemia.
En la discusión del retorno a clases presenciales, que se va a intensificar en las próximas semanas, en la medida que se acerque el inicio del año escolar, no se está haciendo el trabajo para tener un diagnóstico cuidadoso de los inmuebles y sus condiciones (al menos no se ha informado de su realización) para asegurarse que cuentan con elementos indispensables para operar con seguridad.
Pareciera que la decisión de regresar a los niños y jóvenes a los planteles tiene más que ver con una cuestión política que con asuntos de orden académico y de seguridad sanitaria.
Entran a hospitales de la Zona Metropolitana del Valle de México 4 pacientes cada hora por Covid-19. Las autoridades en salud estiman que la mayoría de las personas que se encuentran hospitalizadas en el país son menores de 52 años que no han sido vacunadas.
De acuerdo con el monitoreo realizado por el gobierno de la CDMX, la cifra de nuevos hospitalizados equivale a que de un ingreso a nosocomios, ahora son cuatro personas en promedio cada hora.
O sea estamos fritos. Y López Obrador sigue engañando al pueblo afirmando que la tercera ola “es breve”.