El mundo está parado, parece estar apagándose como víctima del Covid-19.
La propagación se acelera; se han contagiado 18 millones de personas en el mundo y muerto más de 700 mil.
Australia emite nuevas restricciones incluido del toque de queda a las 12 de la noche y Filipinas vuelve a establecer el confinamiento. En Berlín miles marchan para exigir se ponga punto final a las restricciones.
En medio de contradicciones, el coronavirus acelera sus inoculaciones.
México, con 47 mil 746 decesos hasta el domingo rompe récord de contagios: nueve mil 556 en 24 horas y la Ssa anuncia que la cosa de “récords” será diaria; hay un contagio cada 10 segundos.
La Organización Mundial de la Salud advierte que será “muy larga” la pandemia; durará décadas”.
La Iglesia señala que “la crisis económica podrá ser peor por pandemia de covid”.
El presidente, optimista, dice que “vamos a salir adelante”… pero precavido, ya no señala tiempos.
El “Marro” fue aprehendido la madrugada del domingo y se tiene temor de que el cártel de Santo Rosa de Lima que encabezaba, reaccione violentamente como demostración de que sin líder está vivo, que está fuerte y que seguirá operando en tierras de Guanajuato.
Violencia y crisis sanitaria, con una economía por los suelos, son las grandes tragedias del México
actual que por añadidura carece de líder capaz de enderezar el barco que se le está hundiendo.
A pesar de todo, el ciclo escolar 2020-2021 comenzará el 24 de este mes de agosto. Las clases para pre-escolar, primaria, secundaria y educación media serán “a distancia”.
El titular de la SEP firmó convenio con las cinco cadenas televisivas a fin de que en seis de sus canales se proyecten las clases para los más de 25 millones de escolares que desde marzo fueron los primeros en dejar de ir a la escuela por la pandemia.
Las escuelas se abrirán hasta que el semáforo epidemiológico esté en VERDE.
Ahora, se trata de proteger a la niñez y juventud del país contra el mortal virus que sigue extendiéndose extremadamente rápido.
Habrá clases “a distancia” por radio y libros gratuitos para las comunidades indígenas.
Y para los maestros, se les pagará hasta que salgamos de la epidemia. O sea, el largo tiempo que la OMS ve para superar la pandemia de la terrible enfermedad, será una prolongada vacación para ellos.
Tal desperdicio no debiera darse. La SEP debía comprometerlos en cursos de capacitación o de otra índole en la rama de la crisis sanitaria, por ejemplo, con la finalidad de que pasados los tórridos y fatales tiempos, la reanudación de clases presenciales contenga un aprendizaje para escolapios y estudiantes que los prepare para la “nueva normalidad” que se aprecia lejana… pero que tiene que llegar.
El mundo no debe apagarse. Hay necesidad de meterse a la investigación científica de los virus que le acechan y eso solo se conseguirá con mejores profesionistas que estén mejor preparados desde sus años de escuela.
¡Que haya vacuna antiviral, como existen los antibióticos!
¡Hay que mirar el futuro, no quedarnos aletargados como nos tiene el coronavirus!