Por: Juan Chávez
Además de eso, el segundo informe del presidente López Obrador fueron aplausos para un gobierno que engaña al pueblo y que anda toreando las crisis sanitaria y económica con sus “otros datos”.
Al evento en Palacio Nacional sólo asistieron poco más de 60 invitados y pocos medios de comunicación, esto como medida para evitar la propagación de contagios de Covid-19.
No hubo pues los aplausos estruendosos que lo hacen feliz y que sus seguidores le obsequian a raudales en el afán de consolidar la 4T y transformar a un país que no se deja transformar porque no hay dirección y las estrategias brillan por su ausencia.
Omitió decir, por conveniencia pura, que su gobierno no asumió a tiempo la pandemia de covid-19 y que por exhibir sus estampitas como un “detente” al mortal virus, México, con un promedio de letalidad de 10.8% supera al de los países que como Italia, España, Estados Unidos y Brasil registran las cifras más altas de contagio.
México registra 600 mil casos y 64,414 defunciones lo que da uno de los más altos promedio de decesos, a nivel mundial. Pero esto no se citó en el informe.
En cambio, y sin reparo alguno, declaró:
“Este gobierno no será recordado por corrupto, nuestro principal legado será purificar la vida pública de México”.
Al iniciar su informe, López Obrador destacó que por no permitir la corrupción y por la austeridad de su gobierno se ha podido ahorrar 560,000 millones de pesos.
“Estamos enfrentando dos crisis al mismo tiempo, la sanitaria y la económica”, remarcó en su mensaje a la nación. “Nos han reprochado que no emprendimos un apoyo elitista para enfrentar la pandemia. Pero me enorgullece decir que ayudamos a 23 millones de familias con los programas sociales que emprendimos”, aseguró.
Reconoció que se le ha reprochado que no emprendiera un rescate económico “elitista”, para atenuar los efectos de la pandemia, sin embargo, dijo sentirse orgulloso que a través de los programas sociales, su gobierno ayuda a 23 millones de familias.
“En ocho meses, se han destinado a estos programas 115,000 millones de pesos, en beneficio de nueve millones de personas”, explicó.
En este punto se advierte claramente lo que en el fondo son los programas sociales con los que echa por la borda los dineros del pueblo. Algo que no funciona para la economía y que resulta que la tal ayuda a esas familias, apenas si remonta los 1,500 pesos per cápita.
Robos, feminicidios y secuestros no han reducido sus escandalosas cifras, a pesar de que en una supuesta reducción, el presidente escondió la realidad.
Llegó a su segundo informe con una deuda de 12 billones de pesos, 52% del PIB.
El segundo informe fue el segundo año de recesión con el covid-19 que ha nublado la empecinada cuarta transformación del lopezobradorismo, en medio de la austeridad presupuestal que ha arrinconado más a la economía.
La seguridad y la creación de empleos son signaturas que quedaron pendientes. A la cultura, apenas si se refirió; es la gran castigada de su gobierno.