Por: Juan Chávez
No es por la variante Ómicron del virus SARS-Cov-2, “es por el invierno”, dijo el presidente López Obrador al anunciar que el martes 7 de diciembre “podría” iniciarse la vacunación de la tercera dosis.
El anuncio lo hizo en una gira por el estado de México y el lunes 6, cuando ya el Gobierno de la Ciudad de México había avisado que el martes 7 daría comienzo la vacunación de la dosis de refuerzo en los adultos mayores de 60 años, con el calendario al canto.
Anduvo el presidente pues, tentaleando, muy a pesar de que el martes 7, junto con su gabinete de seguridad, se vacunó con la tercera dosis de refuerzo, en un paréntesis de su gira por Jalisco.
Los hechos y su “declaracionitis” son demostrativos de dos actitudes impropias de una 4T que quiere transformarlo todo: el cinismo, que no se deja transformar y el influyentismo, que tampoco cede.
López Obrador se vacunó muy lejos del área que le corresponde. Tampoco respetó el calendario impuesto por el gobierno capitalino a todos los adultos mayores de la Ciudad.
“Es muy probable que comencemos a partir del martes próximo. Todo esto por el invierno porque siempre, con pandemia o sin pandemia, la gente mayor padece más, los adultos mayores son más afectados en el invierno, eso es sabido. Entonces vamos a iniciar la vacuna de refuerzo el martes próximo para adultos mayores de 65 años”, enfatizó.
Durante su conferencia de prensa desde Jalisco, AMLO informó que este nuevo proceso de refuerzo de la vacuna contra COVID para adultos mayores inició simultáneamente en Chiapas, Ciudad de México, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán.
Con el influjo de la influencia y por si las moscas, López Obrador fue vacunado.
La nueva variante del coronavirus ya se encuentra en 50 países (incluido México) y se extiende por Europa. Sus múltiples mutaciones le permiten avanzar con rapidez.
El riesgo mundial presentado por la variante ómicron del coronavirus es “muy alto”, de acuerdo con evidencia preliminar, y podría acarrear “consecuencias severas”, advirtió el lunes la OMS.
El 26 de noviembre, la OMS, siguiendo el consejo del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2-, clasificó la variante B.1.1.529 del virus como variante “preocupante”. Además, decidió denominarla con la letra griega Ómicron hace 6 días.
López Obrador señaló que se debe enseñar con el ejemplo y frente a los medios de comunicación procedió a aplicarse el refuerzo de la vacuna contra COVID-19 junto a los funcionarios que lo acompañaban: Los secretarios de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; de Salud, Jorge Alcocer; de Marina, almirante Rafael Ojeda y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio.
Todos bajo el más puro influyentismo, como era antes y como sigue siendo ahora. ¿O no, señor López?