Juan Chávez
El Senado le ha dado una puñalada trapera a los usuarios de los llamados celulares al aprobar la creación del Padrón Nacional de Usuarios de la Telefonía Móvil, a pesar de las advertencias de afectaciones de derechos fundamentales y del endurecimiento de la iniciativa original que no incluía los datos biométricos del usuario.
El padrón entraña la entrada de las manotas del gobierno de la 4T en tu vida privada.
La iniciativa surgió porque el gobierno no ha podido controlar la extorsión, el tercer delito con mayor incidencia. Durante 2019 se cometieron 4.6 millones de extorsiones. En 88.9% de los casos, la extorsión fue telefónica y en 8.6% de las veces fue pagada, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública 2020.
Con el pretexto de reforzar la seguridad ciudadana, los legisladores caen en la tentación de atropellar los derechos fundamentales. Tu privacidad, datos personales y biométricos quedarán a disposición de las autoridades de seguridad y procuración de justicia, y bajo peligro de que sean comercializados en el mercado negro de Tepito.
Según el presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, Jorge Bravo, especialista en telecomunicaciones y académico de la UNAM, la iniciativa aprobada por el Senado atenta contra tu presunción de inocencia y te criminaliza, porque por el hecho de tener una línea móvil (que utilizas para ejercer tu derecho a comunicarte, trabajar, estudiar o entretenerte) tú podrías cometer una extorsión telefónica.
La iniciativa original no contemplaba el registro de datos biométricos, pero los senadores decidieron incluirlos, además del número de la línea, nombre, domicilio, identificación oficial y otros datos del equipo celular y el operador móvil.
La creación del padrón no era necesaria porque los concesionarios de telecomunicaciones ya están obligados a colaborar con las instancias de seguridad y procuración de justicia en la localización geográfica de los equipos de comunicación móvil, según los artículos 189 y 190 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Señala el académico que el padrón tardará dos años en instrumentarse y que el usuario quedará obligado, en ese plazo, a registrar y actualizar sus datos. Si no lo hace, se te cancelará el servicio móvil sin derecho a reactivación, pago o indemnización.
El costo de instalar, operar, regular y mantener el padrón nacional de móviles correrá a cargo, obvio de los impuestos que los contribuyentes pagan, es decir, usted, yo, todos. El costo del padrón será de 109 millones de pesos y su mantenimiento, al año, de 88 millones.
Muchos que no están pegados al celular, preferirán volver al teléfono fijo. Sobre todo, si no lo utilizan como medio de comunicación, sino como herramienta de entretenimiento. Con el padrón, damos un paso atrás en las telecomunicaciones.