Por: Juan Chávez
AMLO, muy horondo, anunció este lunes: “Tenemos nueva refinería tras la compra del 50% de Deer Park de Houston por parte de Pemex”.
La empresa estatal mexicana era dueña ya del otro 50% de la refinería de Shell en Houston, Texas.
Pero ahora, con la compra al contado de la “nueva refinería”, por un total de 600 millones de dólares, más de 120 mil millones de pesos, no pareciera que Petróleos Mexicanos está en crisis financiera, ahogado en deudas de muchos millones de pesos.
Dijo L(i)opez que Pemex concretó la compra de la refinería Deer Park, que era propiedad de la empresa Shell.
Según el tabasqueño, los 600 millones de dólares se obtuvieron de las políticas de austeridad y combate a la corrupción.
Y mi abuelita ya no terminó de contarme cómo “Shell no planeó comercializar su interés en la refinería de Deer Park. Sin embargo, tras una oferta no solicitada de Pemex”
Sin embargo, mi abuelita si me dijo que se llegó a un acuerdo para transferirle a Pemex el interés de Shell en la asociación con Pemex.
“Pemex ha sido nuestro socio fuerte y activo en la refinería Deer Park durante casi 30 años, y continuaremos trabajando con ellos de manera integrada a través de nuestra instalación química en el sitio, misma que Shell conservará. Seguimos comprometidos con el bienestar de nuestros empleados y trabajaremos en estrecha colaboración con Pemex para garantizar la continua priorización de las operaciones seguras. Estamos orgullosos de nuestros más de 90 años de historia como operador y vecino en Deer Park y continuaremos desempeñando un papel activo en la comunidad”, advirtió Shell en un comunicado.
Entonces, ¿No es totalmente de Pemex? ¡No! Va la refinería, pero sin la tecnología de la química.
Con el día de las elecciones, justamente ya encima, nos damos el lujo de adquirir una refinería en Estados Unidos, pero sin que se revele a la empresa mexicana el proceso químico para producir los combustóleos.
De cualquier forma, el acelerado de AMLO piensa que a la puerta de las elecciones, compró también la simpatía electoral de la ciudadanía. Nada más desatinado. La mayoría de los mexicanos está identificada con la producción de energía verde y ya espera, entusiasmada, la era de los automóviles eléctricos para detener la producción de gases invernadero que atentan contra la naturaleza y acercan al planeta a la aceleración desenfrenada del cambio climático.
Eso, no le interesa a López Obrador que está encantado con su refinería de Dos Bocas en construcción y la “nueva”, adquirida ahora por Pemex en Hostuon.
Un desfachatado como López, diría que ya invadimos el mercado productor de gasolinas… con solo 600 millones de dólares. Diría además que ya seremos autosuficientes en los consumos de recursos fósiles… cuando el mundo mira y se adelanta a la producción de “energía verde”, mientras nosotros, de nueva cuenta nos colocamos a la zaga y ayudamos al gigante norteamericano a desechar la energía sucia que el presidente Biden tiene en sus planes de acción.