Por: Juan Chávez
La empresa noruega DNV ha dictaminado que la llamada Línea Dorada colapsó por falla estructural asociada a la mala construcción.
Al menos ha identificado seis fallas en la edificación de esa línea del Metro que se desplomó el 3 de mayo con un saldo de 26 muertos y más de 70 heridos.
Hasta en la soldadura inacabada o mal llevada a cabo en los pernos, encontraron los peritos externos, y coincidieron, en sus detalles, con el reportaje que el New York Times adelantó para denunciar a los responsables de la erección de la línea mortal.
En concreto, según el peritaje, el desplome de vías y estructura fue por mala construcción y materiales.
Inclusive cita la introducción indebida de una varilla de mala calidad en trabajos de mantenimiento. DNV detalla que se descubrió una varilla para reparar la junta entre dos trabes. “Al parecer esta unión fue realizada en sitio y quizá después de un ajuste de sus dimensiones para su montaje final, denotando deficiencia en la preparación y ejecución de la soldadura”, señala.
El peritaje no ha concluido, contempla dos fases más:
•DNV está en proceso de revisión de la información complementaria, relacionada con posibles reparaciones y rehabilitaciones posteriores a la construcción.
•DNV está en proceso de revisión de la información complementaria, relacionada con el impacto de la operación cotidiana sobre la estructura.
La empresa noruega encontró al menos 6 deficiencias en el proceso de construcción de la Línea Dorada:
• Proceso de soldadura de los pernos Nelson
• Porosidad y falta de fusión en la unión perno- trabe
•Falta de pernos Nelson en las trabes que conforman el conjunto del puente
•Diferentes tipos de concreto en la tableta
• Soldaduras no concluidas y/o mal ejecutadas
•Supervisión y control dimensional en soldaduras de filete
Hubo también deformación de las trabes del lado poniente en secciones T-1, T-7 y T-6, sobre patines y almas que las conforman y roturas en almas de las trabes T-1 y T-7 del lado poniente, con sistemas de contra venteo (perfiles de ángulo) y sus placas de conexión.
Total, hay que decir, como lo fijo el reportaje del periódico más importante del mundo editado en Nueva York, que con la primera parte del dictamen, saltan a la luz públicas los responsables del sangriento desastre de la estación Olivos de la Línea 12 y que el dictamen, una vez completo, deberá ser puesto en manos del fiscal General de la República, Alejandro Hertz Manero, para que determine lo conducente.
Será entonces la hora de la justicia, caiga quien caiga, como los políticos, incluido el presidente López Obrador, acostumbran señalar para salirse por la tangente en las desgracias que la sociedad sufre.
Hay que esperar que el régimen obradorista y la señora jefa de Gobierno de la Ciudad no alarguen la aplicación de la justicia e inventen su “verdad histórica”, como lo hizo el 28 de enero de 2015, el entonces titular de PGR, Jesús Murillo Karam, al declarar que los 43 normalistas “fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al río San Juan”, en Cocula.
Hay denuncias penales contra quienes resulten responsables que deberá atenderse al culminar la empresa noruega DVN con las conclusiones del caso que estudian sus peritos.