Con un despliegue de seguridad sin precedente dio inicio la jornada electoral más grande de la historia de México: La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Marina Armada de México (SEMAR), la Guardia Nacional (GN) y los gobiernos estatales y municipales mandaron a las calles a más de 134 mil agentes con funciones de policía para garantizar la seguridad de los votantes.
Las previsiones del gobierno federal y de los gobiernos locales, para brindar confianza al electorado para que emita su voto con seguridad, no son fortuitas; desde el inicio de las campañas este proceso electoral se ha caracterizado por ser uno de los procesos electorales más violentos de los que se tengan registro.
De acuerdo a la consultoría Etellekt, desde que inició el proceso hasta hoy día de las elecciones, en todo el territorio nacional se han registrado 89 asesinatos de actores políticos, de los que 35 de ellos eran candidatos para algún cargo de elección popular. A ello se suma el registro de por lo menos 782 agresiones contra actores políticos, que van desde secuestro, intimidación y asalto, hasta amenazas de muerte, privaciones ilegales de la libertad y lesiones.
De los 35 candidatos asesinados que se han registrado en este proceso electoral, 13 ya tenían registro oficial como candidatos ante sus partidos y pretendían un cargo político en 33 municipios de 16 estados del país. De los candidatos asesinados, 30 de ellos competían por cargos municipales, cuatro querían ser diputados locales y uno de ellos aspiraba a ser diputado federal. De los 35 asesinados, siete eran mujeres candidatas.
Del total de los 89 actores políticos asesinados hasta hoy día de las elecciones, 39 de ellos formaban parte de la alianza Va Por México, conformada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Otros 25 de los actores políticos ejecutados eran miembros de la alianza Juntos Haremos Historia, conformada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT), los otros 20 actores políticos ejecutado eran de los partidos Movimiento Ciudadano (MC) y Encuentro Solidario (PES).
De acuerdo a la Fiscalía General de la Republica, el 90 por ciento de los actores políticos asesinados fueron víctimas de la violencia generalizada que se vive en México, atribuyendo sus ejecuciones a venganzas venidas desde el interior de los grupos del crimen organizado aliados a los principales cárteles de las drogas que operan en todo el territorio nacional.
Solo en el 10 por ciento de los homicidios de los actores políticos asesinados se atribuye su muerte a condiciones particulares que las víctimas mantenían con sus agresores, sin que se considere -en esos casos- la intervención del crimen organizado, sino más bien a razones de disputas entre particulares.
Bajo esas condiciones es que la jornada electoral de este domingo dio inicio con un despliegue de seguridad sin precedentes en la historia de México, en donde 134 mil efectivos militares y de las policías estatales y municipales vigilan los 2 mil 469 municipios de todo el país.
La mayor concentración de efectivos de seguridad se da en los municipios de Veracruz, Oaxaca, Estado de México, Puebla, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Guanajuato, Chiapas, Jalisco, Ciudad de México y Quintana Roo, que son las entidades en donde se han concentrado la mayor cantidad de agresiones contra actores políticos.